En 1905, Ericsson ganó una concesión para operar la red telefónica en la Ciudad de México y zonas periféricas. Cuatro años más tarde, una filial de Ericsson, Mexeric, se hizo cargo de estas operaciones.
Después de que ITT comprara la empresa competidora Mexicana en 1925, las dos empresas lucharon duramente para convertirse en el operador de telecomunicaciones líder, y preferiblemente el único, en México.
Tras la aparición de ITT como propietario importante de Ericsson a raíz de la cuestionable transacción comercial realizada por Ivar Kreuger, las dos empresas iniciaron negociaciones en 1932 sobre su relación. Un resultado fue que Ericsson se convirtió en copropietario de Mexicana.
La complicada situación de propiedad, la necesidad de interconectar las redes y las exigencias de expansión hicieron necesaria la fusión de los dos operadores telefónicos mexicanos. Sin embargo, esa solución tendría que esperar hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
El industrial sueco Axel Wenner-Gren fue quien encontró la solución. ¿Se iba a crear una nueva empresa que gestionaría las dos empresas? redes. Wenner-Gren vivía en México y tenía mucho capital después de haber vendido acciones de la empresa sueca de productos forestales SCA. Las negociaciones entre él, Ericsson y Mexeric dieron como resultado la firma de un nuevo acuerdo entre las partes en 1947 que creó una nueva empresa. Se llamó Teléfonos de México S A y se llamó Telmex.
Al año siguiente, los activos y pasivos de Mexerics fueron absorbidos por Telmex. La participación de Wenner-Gren en la nueva empresa era de poco más del 51 por ciento y la de Mexeric de poco menos del 49 por ciento. Wenner-Gren luego compró la participación de Mexeric en Mexicana. En el tercer y último paso se compró toda Mexicana. Todas las operaciones de la red ahora se consolidaron en una sola empresa y las dos redes anteriormente independientes se interconectaron.
Después de un tiempo, los dueños no estuvieron de acuerdo sobre el futuro de Telmex. En 1953, Ericsson compró Axel Wenner-Gren y se llegó a un acuerdo en el que Ericsson e ITT poseerían cada uno la mitad del capital social de Telmex.
A fines de la década de 1950, la red nacional de Telmex tenía alrededor de 400.000 suscriptores. El gobierno mexicano en ese momento estaba ansioso por continuar ampliando la red telefónica. Por tanto, se impuso un impuesto telefónico a los suscriptores existentes para financiar parcialmente la expansión.
Dado que el gobierno asumía un papel activo en la industria, se consideró mejor transferir Telmex a intereses mexicanos. Esto también ocurrió. Un grupo de empresarios mexicanos compró las acciones de Ericsson e ITT. Se mantuvo la dirección, encabezada por el hábil presidente Gunnar Backman, ya que los nuevos propietarios mexicanos querían continuidad. Finalmente, Telmex pasó a manos del Estado.
Junto con la adquisición de Telmex por parte de intereses mexicanos, Ericsson decidió invertir en manufactura en México. En un principio, en 1958, se estableció una empresa manufacturera e industrial con ITT, pero Ericsson dejó la empresa en 1964, cuando se adquirió una empresa manufacturera mexicana. Esta empresa recibió el nombre de Teleindustria Ericsson (TIM).
El lanzamiento del sistema AX fue el comienzo de un período exitoso para TIM en los años 1980. La red de Telmex se digitalizó en una etapa temprana y el sistema AX de Ericsson fue superior al sistema correspondiente de ITT. TIM también exportó con éxito sistemas AX a Ecuador, Costa Rica, El Salvador y Panamá.
En 1989 se instaló en México el primer sistema de telefonía móvil AMPS con Ericsson como proveedor. Cuando se liberalizó el mercado de telecomunicaciones fijas e inalámbricas en México en 1997, el número de suscriptores aumentó rápidamente.
A principios de siglo, Ericsson tenía una participación de mercado del 55 por ciento en llamadas locales y del 90 por ciento en llamadas de larga distancia. La cuota de mercado en telefonía móvil fue del 64 por ciento. El número de empleados de Ericsson en el país era de 1.200.
Aunque en México existen teléfonos desde hace mucho tiempo, la gran mayoría de la población aún no cuenta con teléfono propio. En México, el país en crecimiento actual (donde Ericsson pronto podrá celebrar 100 años de operaciones en el país), existen importantes oportunidades para aumentar las ventas en el futuro.
