Dicho esto, alentar de manera general a las empresas para que inviertan más allá del punto en que las ganancias incrementales igualen los costos incrementales no fomentaría necesariamente un mayor bienestar social: la inversión es una aportación, no un resultado, y no es deseable por sí misma. Si se requieren resultados adicionales, como por ejemplo, despliegues que extiendan la cobertura de un servicio, se pueden incorporar en el proceso de subasta mediante obligaciones de cobertura.
Nótese que un informe reciente de GSMA concluyó que aunque hay evidencia no concluyente de que los precios del espectro se correlacionan con precios de servicios más elevados, hay evidencia causal más robusta de que los precios de espectro elevados ejercen un impacto negativo en la cobertura, así como en las velocidades de descarga y de subida19.
Obligaciones cada vez más detalladas
El diseño de subastas actual tendrá un impacto significativo en la versión de 5G que se alcance20. Para una versión limitada, en la cual 5G es una versión más rápida y más eficiente de 4G, la política de espectro y los términos de las licencias seguirán sin grandes modificaciones. Pero, para una versión expansiva, en donde se habilite por todas partes una capacidad más rápida y de menor latencia de las comunicaciones y se «digitalicen» las verticales del sector aún no muy penetradas por la conectividad inteligente, la política de espectro necesita cambiar su rumbo.
Históricamente, las obligaciones sobre el despliegue de red contenidas en licencias subastadas se han medido como un porcentaje de la población cubierta. A menudo se han aplicado al espectro asignado para una nueva generación de tecnología donde la condición inicial es la de cero cobertura. Posteriormente, se ha visto que, en una variedad de circunstancias —basadas en una combinación de topografía, demografía y otros factores— algunas ubicaciones o bien no tienen ninguna cobertura (las llamadas «not spot» en inglés) o uno o más operadores las dejan sin cobertura. Los reguladores han tomado una serie de medidas ex post para llenar estos vacíos. A continuación se menciona un ejemplo relacionado con Francia.
La combinación de 5G y la inminente y más extendida transformación digital dentro de la organización general social y económica crea una oportunidad para un cambio drástico en los usos de la conectividad, de tal manera que tenga la capacidad de transformar varios sectores, esto es, que tenga efectos externos positivos de gran alcance, si la conectividad se habilita ampliamente. Para beneficiarse de una versión más expansiva de la conectividad 5G21, que ofrezca posibles eficiencias y externalidades asociadas con la aplicación más amplia de Internet industrial, gobierno electrónico y ciudades inteligentes (para mencionar solo algunas de las aplicaciones), las obligaciones se están volviendo más detalladas.
Los objetivos de cobertura pueden seguir incluyendo un porcentaje poblacional, pero se están ampliando a objetivos geográficos, incluidas carreteras, vías férreas e interiores de edificios. Los reguladores también están considerando las obligaciones que incluyen niveles constantes de calidad y experiencia, actualmente medidos por velocidades mínimas que podrían extenderse a rendimiento y latencia22.
Hay, por lo tanto, argumentos para que los gobiernos estipulen obligaciones más detalladas en las licencias sujetas a subasta. De hacerlo, aceptarían menos ganancias al inicio, pero alcanzarían un resultado mejor y más equitativo de mercado dentro de un periodo dado23.
Renovación de licencias
Las decisiones de renovación tienen cada vez mayor peso en la gestión del espectro, dado que se le ha dado un uso de mayor valor a más bandas en las últimas décadas. En muchos casos, se debe tomar una decisión sobre si renovar o volver a subastar las licencias relevantes. Volver a subastar abre la puerta a posibles nuevos participantes o a reequilibrar las participaciones de los operadores existentes si ya no están proporcionadas a las participaciones del mercado, pero podría arruinar la inversión al término de la anterior licencia. Además, si los titulares de licencia tienen una mayor ventaja de costos en el periodo siguiente, la competencia por la licencia podría ser débil. La renovación, por otro lado, requiere que el regulador negocie con los titulares o haga una valoración «como si se hubiera subastado». No es de sorprender que los reguladores de espectro en distintas jurisdicciones hayan adoptado una o la otra al tomar esta decisión.
Una notable decisión reciente sobre espectro en Francia ha vinculado la renovación de licencias con el adelanto de la meta de despliegue de la red 4G. En resumen, el regulador ARCEP, con el apoyo del gobierno francés, acordó dispensar la cuota de renovación de las licencias de espectro a los operadores en las licencias de frecuencia de banda de 900, 1800 y 2100 MHz con vencimiento entre el 2021 y el 2024, bajo la condición de que estos operadores hagan despliegues adicionales inmediatos para ampliar y mejorar la conectividad 4G24. La naturaleza precisa de los despliegues adicionales se acordó por negociación bilateral entre el regulador y cada empresa de forma individual.
Este proceso es funcionalmente equivalente a que el gobierno pida prestado dinero a las empresas para ir en pos de sus objetivos de despliegue ahora y posteriormente les devuelva el préstamo reduciendo los cargos de espectro. La tasa de interés implícita del «préstamo» se desconoce, pero sería de esperar que la empresa busque recuperar al menos su propio costo de capital. Dado que el préstamo se da en especie (mayor despliegue) y se salda en efectivo (cuotas reducidas), el prestatario debe contar con información precisa de los costos del despliegue incremental a fin de garantizar que el trato sea justo. En un régimen de negociación bilateral con cada operador, no hay mecanismo para que surta efecto la competencia entre operadores.
Claro que este enfoque solo funciona en el contexto de las renovaciones de licencias. Sería difícil imaginar que muchos reguladores de espectro aceptarían dispensar por completo de las cuotas en una banda 5G recientemente liberada. Por otro lado, como se menciona en lo anterior, el nuevo espectro 5G puede asignarse sujeto a obligaciones de cobertura más detalladas, centradas en beneficios generales para un país, en comparación con lo sucedido con el espectro 3G y 4G. Algunos gobiernos comprenden que hay un trueque entre maximizar ingresos de espectro y la capacidad del operador de desplegar redes, y están eligiendo cambiarlo por una conectividad expansiva.
Conclusiones
En los últimos 25 años, las subastas de espectro se han convertido en formas estándar de asignar espectro de alto valor. Han ofrecido una manera competitiva de asignar el espectro eficientemente entre operadores, en un momento de gran incremento de la escasez de espectro. No parece probable que el sistema de asignación que remplazaron —los «concursos de belleza»— hubiera podido lograr esta meta.
Las subastas le permiten al gobierno, no a los operadores, capturar las rentas asociadas con esa mayor escasez de espectro, y usarlas para diversos objetivos de política pública, como los objetivos políticos pertenecientes al sector móvil mismo. Las subastas de espectro también les han supuesto inclusiones en la forma de límites de espectro y obligaciones de cobertura, mediante los cuales se puede obtener una mayor competencia «aguas abajo» y un despliegue de redes más amplio al costo del logro de algunos ingresos gubernamentales. Las obligaciones son un intercambio cada vez más importante a considerar como resultado de posibles ventajas externas positivas que podrían asociarse con la versión expansiva de 5G.
Esto podría ser un enfoque más constructivo que el enfoque mal armado de «mando y control». Retiene las ventajas competitivas de las subastas de espectro, que han traído beneficios considerables a los países que las han empleado. A la vez, las subastas se pueden adaptar a las nuevas circunstancias, y el equilibrio entre los ingresos gubernamentales y el despliegue en aumento puede flexionarse. Es posible que sea un mejor curso de acción que «tirar la fruta sana (subasta) con la podrida».
Para promover el alcance, la disponibilidad y la calidad de la conectividad han surgido algunas buenas prácticas de subasta:
- Alinear el precio del espectro con los objetivos políticos, por ejemplo, incluyendo las obligaciones de cobertura en el objetivo de precio
- Ofrecer el espectro en pequeños lotes para permitir licitaciones racionales y competitivas
- Evitar las licitaciones en sobre cerrado, reducir la complejidad y asegurar la transparencia
- Evitar los apartados y la escasez artificial mediante la maximización del espectro disponible por banda. Las asignaciones de banda C en muchos países dejan guardado una parte del espectro que mantienen los usuarios titulares que, en última instancia, deben quitarse de la banda
- Maximizar la duración de las licencias para incrementar la vida del activo y el horizonte de inversión, y establecer nuevos criterios de renovación para reducir la incertidumbre en relación a la inversión
- Asegurar la previsibilidad y permitir la planeación presupuestaria al proporcionar una guía clara para la asignación de espectro a mediano y a largo plazo
- Permitir el comercio de licencias comerciales secundarias junto con la capacidad de subarrendar cantidades del espectro a terceros